"Receta de cocina exquisita. Una delicia para los paladares más finos. Aprende a cocinar con esta receta."
Receta de: devyn
Puntúa la receta (8 votos)
509 personas han consultado esta receta
Ver más abajo
Una de las preparaciones que menos he visto por la red es la de los caracoles, o ¿es que hay que llamarlos "escargots" para que suene bien? Pues ahí donde los veis, es uno de los platos más exquisitos y variados que nos encontramos, digo lo de variado porque en cada comarca los hacen de una manera diferente. Hoy os voy a proponer el estilo de mi zona, sur de València.
En primer lugar la limpieza de los caracoles es quizás lo más importante, han de ser recogidos del campo, si es que aún los podéis encontrar en libertad, de algún lugar seguro, donde tengáis la certeza de que no han recibido ni insecticidas ni herbicidas ....... ni nada de nada. (Lo cual los hace más difíciles de encontrar, en buenas condiciones, que los mirlos blancos).
Bien, se puede buscar una amigo con un jardín "ligeramente descuidado" donde estos bichos campen a sus anchas y seguros, o comprarlos en el mercado, suelen ser de granja y son aceptables. Ni se os ocurra comprarlos congelados. Pero de todas maneras se deben dejar una semana en una bolsa colgada y comiendo lechuga y romero para que purguen todo su sistema digestivo, y evitar ese gusto amargo que los haría detestables, además adquieren el último toque de sabor.
Aún nos queda los más complicado, limpiarlos. Primero se "engañan", esta operación la recuerdo desde pequeñito porque la hacía mi padre ante mis ojos perplejos. Consiste en introducirlos, después de un primer lavado, en un perol con agua hasta arriba pero con una particularidad, para evitar que se escapen, se rodea el borde con sal húmeda, a modo de barrera infranqueable que los más osados tocan y repelen instantáneamente, así irremisiblemente se ven obligados a ahogarse ya que no pueden soportar ni la sal, ni la inmersión prolongada sin respirar. Un detalle importante es que tenemos que poner el perol al sol, para que el agua se entibie, de otra forma no saldrían. Así pues dejan toda su carne al exterior y lista para ser cocinada. No se entiende un caracol escondido en su concha, así no sirve para nada.
Bien, ya los tenemos "engañados", o sea con su cuerpecito serrano totalmente fuera de la concha, ahora hay que darles un primer hervor, y luego tirar el agua, y ya podemos empezar a preparar la salsa, tomate, cebolla, pimiento colorado, hierbabuena (importantisimo, si no la hubiera, tendrías que aplazarlo todo y poneros a buscarla.), sal, pimienta, y guindilla, no de la vasca que no pica, sino una pequeñita, colorada, seca y rabiosa, luego nuestros invitados, por cierto, que sean de las siguientes especies: Los más apreciados son los llamados "baquetes" (Iberus Qualterianus), pero aparte de ser exquisitos son escasos y caros, y en algunas comunidades son especies protegidas. Si no los hay, (tengo un amigo que paga 1000 pts /docena) podéis poner "xonetes" (Eobania vermicualata), "moros" (Helix Aspersa) o "cristians" (Otala punctata) y después de añadirlos con un poco de agua, romeo y tomillo, esperar a que se reduzca el agua, y rogad que ningún amigo, más de la cuenta, pase por casa preguntando graciosamente...¿Qué hay para merendar? Ah! acompañar con un buen crianza.
Ferran Adrià - El Bulli
El mejor chef del mundodurante varios años, premiado por la Guía Michelin.
Heston Blumenthal - The Fat Duck
El segundo mejor cocinero del mundo para la Guía Michelin. Cocinero inglés.
Jamie Oliver
Uno de los cocineros más influyentes del Reino Unido. Presentador de TV.
Descubre una selección de recetas a base de queso: fondu, raclette, tartas, bocadillos, aperitivos, etc...
Descubre una selección de recetas de carnes sabrosas y cocinadas a la parilla, plancha, pollo, cordero, vacuno, etc...
Descubre una selección de recetas de pescado para toda la familia: merluza, sushi, lubina, lenguado, etc...